Empiezo este blog con una entrada atípica. Está relacionada con el Atleti como mi libro ¡Han atropellado a Irureta! o, en realidad puede que mucho más. Es difícil poner en orden todo lo que quiero decir por lo que lo más sencillo es ir cronológicamente para contar una historia del Atleti que lo es porque lo tiene que ser.
Noviembre de 2018: publicación de «Irureta»
Empiezo por aquí aunque podría remontarme mucho más allá, porque este libro que vio la luz a finales del año pasado llevaba escrito e ilustrado en gran medida desde 2007, pero no es cuestión de rascar tanto.
Jaime estaba convencido que ¡Han atropellado a Irureta! tenía que ver la luz. El texto que yo escribí y que él ilustró con unos dibujos tan buenos que parecen hechos con regla y coloreados sin salirse, llevaba más de una década cogiendo polvo en un disco duro si es que eso es posible.
La cosa es que decidió hablar con Modernito Books que se mostraron encantados con la idea de publicar este libro. Sheila y Tone, afortunadamente, están tan mal de la cabeza como nosotros así que nos dieron bola y desde aquí les dedico una cerrada ovación.
Tras algunos meses en los que Jaime sacó unos cuantos conejos más de la chistera en forma de dibujos que subieron el nivel aún más y algunos ajustes con los editores (cosa normal, por otra parte) llegamos a la versión final y se mandó a imprenta. A todo esto, A mí me pilló en Japón estrenando cambio de estado civil, con lo que fui viendo la evolución por Whatsappp a horas intempestivas y comiendo ramen.
El resultado es este y estamos encantados. Si eres rápido leyendo lo puedes enterarte hasta del final aquí abajo:
Pero ¿dónde está el Atleti en todo esto?
A nada que seas un poco observador habrás visto que hay un álbum de cromos en las guardas del libro. Aquel mítico Atleti del año 75 que nos amargó un señor que no escribiré porque no sería capaz de poner todas las «h», «z» y «g» en su sitio (y no me apetece mirarlo en Google). Pero no, el libro no habla de esto. Tampoco habla de Irureta exactamente aunque es el protagonista accidental (perdón por el chiste malo).
No busques al Atlético de Madrid ni al fútbol de una manera explícita en el libro porque no aparecen. Pero está de una manera profunda y transversal igual que la línea 6 del Metro de Madrid se cuela por las tripas de la ciudad dando vueltas sin parar.
Jaime y yo somos amigos, pero amigos de verdad, de los de hace muchos años. Esos amigos que beben cerveza, que están ahí cuando lo necesitas, que se encaran con quien sea por ti, que cogen a tus hijos en brazos y sabes lo que piensas solo con mirar tu postura.
Jaime y yo somos del Atleti y eso añade muchos puntos en común a todo lo demás. Ser del Atleti supone tener un carácter contestatario, caminar contracorriente, poner en duda la opinión mayoritaria por defecto, reconocerse en los ojos de otros enfermos de algo que va mucho más allá del deporte y no concebir esa pregunta absurda que nunca, nadie que yo conozca, ha hecho: «¿por qué somos del Atleti?». Es ridícula porque no tiene respuesta, somos del Atleti porque lo somos y nada podría haber hecho que no lo fuésemos, no nos lo cuestionamos.
Presentación del libro en Joker
Edu Bravo que es un tío muy grande vino a presentar el libro a cervecería Joker erigida en nuevo templo del Iruretismo. Era el viernes pasado y el Atlético de Madrid estuvo mucho más presente que nunca en esta historia. Gente que no conoces en persona pero con la que te conecta un vínculo bicolor sale a la carrera desde la defensa como si el propio Luis Aragonés, en la banda, se lo pidiese a grito pelado (eso sí; siempre de usted). Personas con las que hablas a diario y que tienen nombres y apellidos detrás de fotos de cowboys, repeinados avatares de ojos saltones, niñas con coletas, escudos del Atleti de todo tipo (menos de uno)… personas que no solo vienen a verte y decirte: «me ha gustado el libro, que loco estás cabrón», lo que ya sería más que suficiente, no, es gente que pone el local, habla con Irureta para que se entere , te trae una camiseta de Godín enmarcada por si quedaba alguna duda, busca alternativas para el sonido y hasta el protocolo.
Ante esto no cabe nada más que hacer tu presentación, contar cosas sobre el libro, contestar preguntas y, al terminar, cantar el himno. Porque es la forma de gritar a los cuatro vientos que luchamos como hermanos, que esa tarde también pelearemos (o de ambiente llenaremos) y que, aunque no sea una historia de fútbol, es una historia del Atleti porque nosotros hacemos que lo sea.
Eso y dar las gracias, claro. Gracias Javi y familia, Palindron el liante, Propanprul que tampoco lo hace mal, Doniphon, CriCri, Chus con sus dos apellidos, May, Tania, Alejandro y su Mujer Azu (me niego a llamarte Alejandrito por muchos motivos)… gente que me dejo pero de la que no me olvido.